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domingo, 20 de mayo de 2012

Ser Feliz Para Siempre

Toda persona sueña con la frase de “Ser feliz para siempre”, sobre todo cuando llega el día de su matrimonio, desea que sea realidad esa frase de “Se casaron y fueron felices para siempre”, como en los cuentos de hadas, princesas y príncipes.
Pero, al inicio todo se ve de esa manera, pero no hemos llegado a saber que paso después de varios años que se casó blanca nieves con su príncipe azul, tampoco hemos sabido que paso con la cenicienta y el príncipe, ni con la sirenita después de la alegría de ser humano y casarse también con otro príncipe, ¿Será que todo siguió siendo felicidad?¿Que sorpresa se llevó el príncipe de blanca nieves, cuando quizá vio que a blanca nieves no le gustaba cocinar?¿Que sorpresa se llevó el esposo de la cenicienta cuando en realidad vio que el vestido de princesa estaba en el closet y ella sigue siendo una cenicienta sucia y desarreglada todo el día hasta llegar la noche?
Alguna vez te pusiste a pensar en que paso después. Las relaciones de pareja las vemos así o la nuestra la vemos o la vimos así antes del matrimonio, pero es muy diferente después, cuando llegas a una realidad donde cada uno se muestra tal como es, y cada quien observa y convive con las costumbres, preferencias y hábitos del otro, de echo que son diferentes y quizá allí para algunos el cuento que vivian de su princesa terminó o el cuento con su príncipe se desmoronó. Allí es cuando se verá el verdadero amor y si lo que prometió ante Dios y los hombres lo cumplirá.
Pero no es solo que cada uno aprendamos a convivir con los hábitos, costumbres y preferencias del otro, sino que también aprendamos a ceder en algunas ocasiones y reconozcamos que quizá algo de ello no es bueno, puede ser un mal hábito o mala costumbre, entonces deberíamos cambiarlo.
El matrimonio es una nueva etapa donde el conocerse es de una manera más profunda, y donde hay que aprender a convivir con esas conductas del otro que para uno son defectos, se debe aprender a apreciarlos y entender que fue criado o criada diferente a uno, y que si hace las cosas distintas en casa fue porque así se lo enseñaron, pero eso no debe ser motivo de discusión o pelea, pues ahora tienen un nuevo hogar y ustedes los recién casados comenzaran a crear sus nuevas costumbres, que los dos estén de acuerdo y les haga sentir bien a ambos.
No dejen que una forma de tender la cama, barrer, limpiar y hasta cocinar, dañe o destruya el amor eterno que se prometieron. El matrimonio es una etapa donde necesitas paciencia, tolerancia, tiempo, comunicación y mucho pero mucho amor, y ese amor solo lo puede dar Dios como el mejor invitado en su hogar y recuerda que nunca terminaran de conocerse.

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